Cientos de inmigrantes centroamericanos planean cruzar la frontera con Estados Unidos este jueves desde la localidad mexicana de Tijuana en un claro desafío a la política antiinmigración del presidente estadounidense, Donald Trump. La llegada de los inmigrantes, que han llegado a la frontera en la caravana conocida como el 'Viacrucis del Migrante', podría comprometer las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA).
El magnate neoyorquino ha amenazado en varias ocasiones con abandonar las conversaciones si las autoridades mexicanas no toman medidas para reducir el flujo de inmigrantes que llegan a territorio estadounidense desde de México. Los autobuses comenzaron a llegar el martes a un refugio que se encuentra a unos cinco minutos a pie de la frontera con Estados Unidos. "El muro no se ve tan alto", ha aseverado Kimberly George, una niña de 15 años proveniente de Honduras.
La mayoría de los inmigrantes que se han unido a la caravana provienen de Guatemala, Honduras y El Salvador y tratan de huir de la violencia y las amenazas de muerte de pandillas y grupos criminales, así como de la persecución política. Según informó a principios de abril la ONG Pueblo Sin Fronteras, que se encarga de la organización de la caravana, unos 200 inmigrantes buscará asilo político en Estados Unidos. Trump, por su parte, ha criticado en varias ocasiones la caravana y ha acusado a México de fracasar a la hora de detener la inmigración ilegal en la frontera.
