jueves. 28.03.2024

El pleno del Ajuntament de Palma de este jueves ha vivido momentos de tensión previos a la aprobación inicial de la ordenanza reguladora de ocupación de la vía pública, más conocida como la ordenanza sobre terrazas. Las dos federaciones vecinales de Palma, y los representantes de los comerciantes de Santa Catalina y de los vecinos de la zona han expuesto sus posturas con más o menos virulencia hasta que finalmente ha sido aprobada inicialmente la ordenanza con los únicos votos favorables del tripartido que gobierna en Cort y el voto en contra de los grupos municipales de la oposición, PP y Cs.

Esta ordenanza, que ha sufrido notables variaciones desde que se presentó el borrado y que los restauradores calificaron en su día de “inamisible”, ha sido aprobada  este jueves sin que, al parecer, nadie de los afectados esté plenamente satisfecho.

Los restauradores de Santa Catalina han mostrado su rechazo a las limitaciones que se les impone en cuanto a la colocación de terrazas en la vía  pública mientras que los vecinos de la zona consideran  que debería ser mucho más restrictiva y actuar  globalmente ya que, según ellos, la ordenanza  no va a impedir  que permanezcan abiertos los numerosos locales que generan un ruido intenso  y que la gente salga a la calle para practicar el botellón.

La Federación de Vecinos de Palma se ha mostrado relativamente satisfecha porque atiende varias de sus reivindicaciones aunque esperaba mayores restricciones en algunos puntos de Palma, especialmente en cuanto a eliminación de terrazas que entorpecen el normal paseo de los viandantes.

Por su parte, sa Federació de Veïns  ha vuelto a lamentar que en un tema de tanta trascendencia vecinal como es esta normativa, se les haya dejado de lado sin tener en cuenta sus opiniones y propuestas  por lo que esta ordenanza tan sólo atiende a los intereses de determinados colectivos, pero en modo alguno al conjunto de los vecinos.

La edil de Función Pública y Gobierno Interior, Aurora Jhardi, ha vuelto a insistir en que se ha trabajado mucho para llegar al máximo consenso posible  y que espera que al final esta ordenanza pueda salir adelante en el mes de julio con el visto bueno de la mayoría de los afectados.

Tras la aprobación inicial ahora se abre un periodo de 30 días para presentar las alegaciones oportunas con lo que podrá ser aprobada y entrar en vigor  defrinitivamente el próximo mes de julio.

Cort aprueba la ordenanza de terrazas que no termina de gustar a nadie