jueves. 28.03.2024

“Si no puedo alquilar mi piso vacacional porque me lo impide el Ajuntament de Palma, pues lo seguiré haciendo pero sin las plataformas”. Esta es la breve declaración de un afectado que hasta ahora ofertaba su piso a través de una plataforma. La decisión de Cort ha caído como un jarro de agua fría y desde Habtur reconocen que vuelve a resurgir la economía sumergida en este sector.

El presidente de Habtur, Joan Miralles, reconoce que la normativa aprobada por el consistorio palmesano “va a favorecer la economía sumergida porque precisamente una de las cosas buenas que tiene el alquiler turístico comercializado a través de plataformas digitales es que con una licencia  se permite un mayor control fiscal de estas viviendas  evitando que se produzca fraude”.

Miralles añade que  “esta normativa, en definitiva lo que hace es imposibilitar la comercialización a través de estos canales turísticos, lo que está generando que mucha gente se pase a la paralegalidad, que comercialice su vivienda a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos y, sobre todo, a través de la economía sumergida”.

Esta nueva normativa “la valoramos muy negativamente ya que  la misma va a generar dos tipos de alquiler de viviendas turísticas: las legales con licencia que pagarán todos los impuestos, entre ellos la ecotasa, y los arrendadores que no pagarán estos impuestos y evitaran que las arcas públicas reciban  estos ingresos del turismo”.

Miralles indica que ante esta tesitura “muchos propietarios volverán a la Ley de Arrendamientos Urbanos ya que la misma permite alquilar por días o por semanas. Muchos venderán porque no querrán líos. Los que alquilen amparándose en la LAU, realizarán pequeños contratos de temporada que no pagarán los impuestos que se pagan con el alquiler vacacional”, subraya el presidente de Habtur.

Por último, Miralles destaca que la zonificación aprobada por Cort “deja al propietario en una situación de inseguridad jurídica muy grande porque presupone  que cualquier alquiler inferior a los 30 a días es vacacional y se tendrá que demostrar lo contrario. Entonces, el debate  será cómo demostrar si  alguien está haciendo o no turismo vacacional y aquí se entrará en otro galimatías legal que no interesa ya que importante es que es las personas funcionen con licencia, pagando sus impuestos y haciendo las cosas bien hechas”.

La zonificación en Palma vuelve a abrir las puertas a la economía sumergida