jueves. 28.03.2024

Un grupo de investigadores de las universidades de las Islas Balears (UIB) y de Córdoba desarrollan un chip para detectar trazas de contaminantes no degradados procedentes de aguas depuradas vertidas al mar.

A pesar del tratamiento de las aguas residuales que se hacen en las depuradoras, algunas sustancias contaminantes no se degradan completamente en los procesos de depuración, y sus rastros llegan al mar y pueden dañar el medio ambiente, ha informado la UIB sobre esta investigación.

Algunos de estos productos, como los parabenos y el triclosán, proceden de jabones y productos cosméticos de uso diario como los desodorantes y la pasta dentífrica, pueden causar efectos tóxicos en el medio ambiente.

Por ello, es importante poder determinar la presencia de estos contaminantes en el mar, aunque sea en cantidades muy bajas, por sus repercusiones en la cadena trófica.

Un equipo del grupo de investigación en Análisis por Inyección de Flujo y Análisis de Trazas (FI-TRACE) de la UIB, junto con investigadores de la Universidad de Córdoba, ha desarrollado un nuevo sistema miniaturizado y automatizado que permite detectar los rastros de estos contaminantes en aguas marinas utilizando nanotecnología.

Este sistema se detalla en un artículo publicado recientemente en la revista "Analytical Chemistry". El sistema, llamado "Lab-on-Valve", se basa en una plataforma miniaturizada que permite la introducción de nanomateriales de carbono poroso, concretamente nanotubos de titanio modificados con carbono amorfo, como fase extractiva para la separación y posterior cuantificación de los niveles bajos de parabenos y triclosán.

Estos nanotubos son manipulables de forma completamente automatizada al chip, sin intervención humana, y presentan mejor eficacia que otros materiales absorbentes comerciales para los contaminantes objeto de estudio, lo que abre nuevas perspectivas para implementar ensayos de campo y tratamiento in situ de muestras de agua de mar para identificar posibles contaminantes generados por la actividad humana.

El equipo de investigadores de la UIB lo integran el doctor Manuel Miró, investigador principal del grupo FI-TRACE de la UIB, y la doctora María Rosende, investigadora postdoctoral contratada.

Desarrollan un chip para detectar contaminantes de aguas vertidas al mar