jueves. 28.03.2024

Varios alcaldes y números 1 del PP en la Part Forana se plantean muy seriamente presentarse a los comicios de mayo de 2019 con unas nuevas siglas, en resumen como una marca blanca.

La deriva en la que ha entrado la formación conservadora, motivada por los incesantes casos de corrupción a nivel nacional (sin ir más lejos el más reciente de Zaplana, Cotino y compañía), la subida de Ciudadanos, así como la falta de definición a nivel regional en temas vitales hoy en día y que son caladero obligado de votos en Balears y levantan ampollas como la lengua, merman cada día más las fuerzas de un partido cuyos líderes en la part forana (algunos de ellos aprovechan de paso sus desaveniencias con Company), encuentran cada vez menos argumentos para presentarse con unas siglas que pasan posiblemente por su peor momento (al menos en nuestras islas).

En al menos tres comarcas de Mallorca, entre los que no se encuentran los ya conocidos municipios de Joan Simonet (Alaró), Tomeu Cifre (Pollença) y Monserrat Rosselló (Vilafranca), que ya se se presentaron en las pasadas elecciones como independientes, hay quienes ven con buenos ojos sumarse a la iniciativa de presentarse a los comicios con una marca blanca para no caer en la deriva de un PP a quién los más temerosos le vaticinan una debacle.

Es como un barco que se hunde y nosotros no podemos hacer nada”, dicen los afectados que estudian muy a conciencia esta posibilidad y que argumentan que “en los pueblos se votan a las personas, no tanto a las siglas”.

"La corrupción, los problemas con la lengua, el no ser capaces de desmarcarnos de Madrid en determinados momentos para adaptarnos a la realidad de Balears y la falta de un liderazgo que ilusione" fomenta, según algunos, la huída de votos en búsqueda de un refugio político que les permita presentarse con un mínimo de garantías en su pueblo.

Pero todo esto no surge única y exclusivamente de la situación generalizada en la que se encuentra el partido, si no que aquí hay también quien aprovecha egoísmos, quedar bien con Madrid por encima de todo (porque es a quien se deben, más que a la tierra que les da de comer).

Aquí cada uno va a lo suyo y más cuando se acercan las elecciones y se trata de coger posiciones.

Que se lo pregunten a María”, dicen en referencia a la delegada del Gobierno, María Salom, quien siempre se ha caracterizado por estar allí, en los ensalzamientos de los nuevos líderes para conseguir una posición idónea, y en la ‘muerte política’ de éstos mismos, para recibir con los brazos abiertos y con todo el amor del mundo al sucesor. Eso sí, siempre, siempre, siempre María deberá darle las gracias a Madrid.

Un Madrid que en su día fue de su apreciado Zaplana y compañía, y de aquellos que están a caballo entre la capital y Palma.

A los líderes políticos, en un momento u otro, siempre les crecen los enanos (le pasó a Bauzá y ahora le pasa a Company) y más en los momentos más delicados.

El que crea que todo lo que le sucede al PP en Balears en los últimos años es culpa tan solo de sus líderes, está muy pero que muy equivocado.

Los hay que son verdaderos especialistas en gestionar situaciones de crisis, conspirar en el momento adecuado, fomentar la incertidumbre y sembrar la desconfianza desarmando al partido que les vio nacer políticamente y que les ha dado de comer y cobijo durante tantos, tantos años.

Así es la política. Y quién piense que todo esto solo ocurre en las filas del PP está muy equivocado; y lo sabe.

Alcaldes del PP plantean presentarse con una marca blanca a elecciones 2019