Está claro que tanto comprar una vivienda, como vivir de alquiler está por las nubes en las Islas, si lo comparamos con los datos que hemos conocido, según los cuales en Baleares exige el 48,5 por ciento de la renta de los hogares si se quiere comprar, mientras que el esfuerzo se eleva al 57,7 por ciento en caso de alquiler.
Una auténtica barbaridad, ya que en ambos casos las cifras está muy por encima de la media nacional, del 27,6 y el 40,4 por ciento, respectivamente. Datos que confirman, por otra parte, que la carestía de vivir en un archipiélago como el balear está fuera del alcance de los paupérrimos sueldos que de media se cobran en la comunidad autónoma.
Son datos que aparecen en el estudio del portal inmobiliario Pisos.com, que en general apunta que en los hogares españoles destinan de media el 34 % de sus ingresos anuales a pagar su vivienda, ya sea para hipoteca como para alquiler, nueve puntos más que hace un año, cuando la tasa de esfuerzo estaba situada en el 24,86 %,
El aumento del precio de la vivienda es, según el informe, la principal causa del incremento de la tasa de esfuerzo inmobiliario, que mide tanto la cuota hipotecaria como el abono del alquiler.
Mientras los ingresos medios anuales de los trabajadores españoles han aumentado el 0,2 %, hasta los 23.156 euros, la renta media del alquiler ha pasado de 675 a 780 euros mensuales y el precio medio de venta por metro cuadrado ha subido de 1.526 a 1.573 euros, según el análisis del portal inmobiliarios con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En este sentido, hay que apuntar que el alquiler medio de 780 euros en España equivale al 40,42 % del salario frente al 30,30 % de hace un año, y la hipoteca requiere el 27,58 % de los ingresos frente al 21,42 % del año pasado.
El estudio refleja, asimismo, grandes diferencias por zonas geográficas, especialmente en el alquiler, ya que en Madrid la tasa de esfuerzo inmobiliario para arrendamientos es del 60,4 % o en Baleares del 57,5 %, mientras que en Castilla-La Mancha, Extremadura y Asturias se queda en el 26,7, el 27 y casi el 30 %, respectivamente.
El esfuerzo inmobiliario para la compra no llega al 50 % de los ingresos en ninguna comunidad autónoma, con Baleares como la comunidad con la tasa más alta y Navarra con la menor.
