jueves. 28.03.2024

En el mundo del fútbol, pocos países son tan pasionales como Argentina. Cuna de tres de los más grandes jugadores de todos los tiempos -Di Stéfano, Maradona y Messi- la conocida como "albiceleste" alzó el título por primera vez en 1978 cuando ejerció de anfitrión mientras parte del país se manifestaba por los miles de desaparecidos en el régimen de Videla.

Ocho años más tarde, llegó en México el segundo y hasta ahora último cetro mundial. En aquella edición, quedó grabado para la memoria colectiva dos goles: el más polémico de la historia y el más bello jamás visto. Curiosamente, ambos fueron anotados en el mismo partido por el mismo jugador. Evidentemente, nos referimos a Diego Armando Maradona, a su "mano de Dios" y a la jugada cuya épica narración le bautizó para la posteridad como "Barrilete cósmico". Por si fuera poco, el rival era Inglaterra. Todo ello, con el trasfondo de las Guerras de las Malvinas.

Han pasado 32 años desde la última Copa del Mundo levantada por Argentina. Desde entonces, dos subcampeonatos (Italia´90 y Brasil´14), una terrible decepción (Corea y Japón 2002), dos eliminaciones en octavos (USA´94 y Sudáfrica´10) y otras dos en cuartos (Francia´98 y Alemania´06).

En esta edición, los argentinos están al borde del ko. El empate en el debut ante Islandia (1-1) convirtió el choque ante Croacia como una cita decisiva. Con empate a cero, el meta Willy Caballero (ex del Elche) cometió un grosero error que fue decisivo. Entonces, y tras el tanto encajado, el equipo entró en depresión y acabó siendo goleado (0-3).

Como era de esperar, las redes fueron el foro donde los hinchas expresaron su malestar por lo sucedido. Muchos fueron los que perdieron las formas, llegando incluso a insultar y amenazar al cancerbero, a su esposa y a sus dos hijas (menores), después de que la familia publicara una foto conjunta en Twitter.

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En el estadio, algunos hinchas tampoco encajaron bien la derrota. Frustrados, y tal y como se observa en el video de arriba, emprendieron su furia en un cobarde ataque ante un solo aficionado croata.

Mal perder