Cuando una periodista ¿escritora? y una ¿actriz?, ¿directora de cine, de cortos?, Carme Chaparro y Leticia Dolera, la que se retrata en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona con Ada Colau, por la mañana, por la tarde y cuando se tercia, contestan a un intelectual con una especie de 'chorreo', tipo 'esto es lo que pienso y como lo pienso ahora y en este momento lo suelto sin transición', provoca estupefacción y un 'no doy crédito a lo que estoy leyendo'.
Pero claro, el culpable yo creo que es el propio Javier Marías cuando las citó en su artículo semanal y las incluyó en la lista de mujeres todas ellas catalanas (la periodista independentista Terribas y las políticas Colau, Artadi, Rovira, Gabriel, Boya, Borràs) para criticar que cuando tuvo lugar la agresión a una mujer en Barcelona por retirar un lazo amarillo ninguna de ellas dio un paso adelante para denunciar el brutal acto a manos de un hombre.
Y es culpable porque citarlas las coloca en otro nivel, en el de ser nombradas por un intelectual como es Marías, que él sí, queridas, escribe con transición y pensando lo que plasma negro sobre blanco.
Y si no, ¿por qué no comparamos por ejemplo la respuesta de Chaparro a Marías?. Yo chica, ni me hubiera atrevido a escribir semejante respuesta con sus negritas incluidas tan bonitas, tan bien puestas, como para reforzar esos argumentos tan ¿repensados?.
¿Osadía, torpeza?, que alguien me lo explique. Tu no Chaparro, por favor y después de esto, cuando te vea en los informativos de Telecinco, ten por seguro que cambiaré de canal. De periodista a periodista, las osadías de este tipo no las entiendo.
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