jueves. 28.03.2024
La de Binissalem ha anotado 15 puntos (Foto: Europa Press)
La de Binissalem ha anotado 15 puntos (Foto: Europa Press)

España no jugará la final de "su" mundial tras perder este sábado por la noche en semifinales frente a Australia (66-72). De nada ha servido la brillante actuación de la mallorquina Alba Torrens, autora de 15 puntos, frente a la exhibición de la pivot australiana Liz Cambage: 33 puntos, 15 rebotes y 41 de valoración. Bélgica será el rival para subir al último escalón del podio. 

La selección española de baloncesto peleará ante Bélgica por la medalla de bronce en el Mundial de Tenerife después de caer derrotada en semifinales por Australia (66-72), rival que se llevó un partido muy igualado de la mano de la jugadora más determinante de todo el campeonato, su pívot Liz Cambage (33 puntos, 15 rebotes y 41 de valoración), mientras que Astou Ndour (17) y Alba Torrens (15) fueron las mejores en las anfitrionas.

La puesta en escena de Australia fue escalofriante. Tras perder el salto inicial y hacer falta en su primer ataque, Cambage puso su corpachón a funcionar e hizo temblar los cimientos del equipo español, del pabellón entero. Con 9 puntos y 5 rebotes de su líder, El equipo oceánico se puso 15 puntos arriba en un pispás (6-21, min.7) y dejó helado al Santiago Martín.

A contracorriente

Un duelo más, y ya iban cinco seguidos, a la anfitriona le tocaba remar contracorriente. Fueron Cristina Ouviña y Queralt Casas, confirmadas como el dúo dinámico del equipo, las que encendieran la llama de España, esa que venía de abrasar a Canadá en diez minutos gloriosos. Entre las dos exteriores, Astou Ndour y Alba Torrens, la esperada Alba Torrens, electrificaron el partido y achicharraron a su rival.

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Entre el final del primer cuarto y el segundo, las chicas de Mondelo se apuntaron un parcial de 26-9 y lograron irse arriba al descanso (35-34), algo directamente impensable durante los primeros minutos. Cada segundo que Cambage descansaba era oro en manos de las españolas, que supieron qué hacer con tan valiosa mercancía.

Australia se medirá en la final a la gran favorita EE UU (Foto: Europa Press) Australia se medirá en la final a la gran favorita EE UU (Foto: Europa Press)

Dos triples seguidos de Torrens confirmaron la remontada y calentaron aún más a un público calentado por Cambage, la archiprotagonista del duelo. Tras cometer su segunda falta en el minuto 14, se encaró con la afición española, poniéndose la mano en la oreja y enseñando el 'Australia' que se leía en su camiseta, gestos que repitió posteriormente en varias ocasiones.

En lo que de verdad importa, el baloncesto puro y duro, sus compañeras se empequeñecían sin su particular prima de Zumosol. La defensa española volvía a morder, a veces en zona, a veces en individual. Pero siempre con furia.

Cambage, una pesadilla

El principal problema de cara a la segunda parte era que las pívots españolas estaban cargadas de faltas y encima las tres reincidieron en el tercer cuarto para quedar al borde de la eliminación: Laura Gil (4), Astou Ndour (4) y Laura Nicholls (4). Era el precio por frenar a Cambage, tan alto como necesario. Pocas veces una sola jugadora condiciona tanto un partido.

Bea Sánchez, casi inédita durante todo el Mundial, entraba en acción para echar una mano en la pintura y metía una canasta que ponía a España de nuevo por delante (44-43, min.26) después de que Australia hubiera ensayado la escapada con un parcial de 2-8. Poco después le sacaba la tercera a Cambage, celebrada más que cualquier canasta.

Con la londinense en el banquillo, España volvió a animarse, a correr, a su esencia sin estar condicionada por la absorbente pívot rival, y redondeaba un parcial de 21-8 que le daba permiso para soñar con su máxima renta al final del tercer cuarto (58-50, min.30).

Un final de infarto

Pero Cambage volvió a pulsar el botón rojo y Australia encadenó un 0-9 para recobrar la delantera en el marcador (58-59, min.33) y condenar al duelo a un final muy igualado. Ndour y Nicholls quedaban eliminadas.

Cambage cometía la cuarta, una antideportiva por volver a encararse con el público, pero nunca llegó la quinta. Se encallaban las armas en el equipo español e igualdad total a falta de tres minutos (64-64).

Las australianas celebrando la victoria Las australianas celebrando la victoria

El partido se iba a decidir por detalles. Y así fue. Un triple de Cayla George y una pérdida de Palau a falta de 52 segundos, con 66-69 en el marcador, lo pusieron muy cuesta arriba para España. Cambage, quién si no, remató la faena con su enésima canasta bajo el aro. La anfitriona caía con la cabeza bien alta y regada por la enorme ovación que le regaló el pabellón.

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