jueves. 28.03.2024

Al final y tras la trágica explosión este pasado fin de semana en una panadería del distrito IX del centro de París, que se llevó consigo 4 vidas (dos mujeres y dos bomberos) y provocó decenas de heridos (más de 40), lo que queda es la desolación tanto del marido de una de las víctimas españolas, la toledana de Burguillos Laura Sanz Nombela, como de su padre y hermano que han tenido que vagar por la capital francesa tras un cuerpo sin vida que esperan traerlo a España cuanto antes. 

Pero aún más desgarrador ha sido cuando el padre de Laura, José Luis Sanz, ha explicado a los medios de comunicación que cuando el marido de Laura la llevaba en brazos gravemente herida pidiendo ayuda nadie le hacía caso.

La onda expansiva arrancó de cuajo la ventana donde estaba Laura que le golpeó de lleno en la cabeza La onda expansiva arrancó de cuajo la ventana donde estaba Laura que le golpeó de lleno en la cabeza

"Con el puto móvil grabando, qué poco corazón"

"En brazos en la calle, pidiendo ayuda, ayuda, ayuda, ayuda y la gente qué poco corazón, con el puto móvil en las manos, grabando y nadie se dignó en dar ayuda a ese hombre", se lamentaba el padre de Laura al relatar lo que vivió su yerno, Luis Miguel, tras la terrible explosión que cogió de lleno a su mujer mientras se vestía para bajar a desayunar en el hotel donde se hospedaban durante el fin de semana y que estaba enfrente de la panadería que explotó.

La onda expansiva arrancó el marco de la ventana y le dio de lleno en la cabeza a Laura. A su marido lo lanzó contra la cama.

Un bombero la mantuvo con vida hasta que fallleció en el hospital Un bombero la mantuvo con vida hasta que fallleció en el hospital

Un bombero le quitó de los brazos a Laura para darle vida

Y de la misma manera que José Luis Sanz cuenta dolido y con una profunda tristeza lo de los móviles, también tiene palabras de agradecimiento para el anónimo bombero francés que "cogió a mi hija y le estuvo dando los masajes cardíacos, la tuvo con vida hasta que vino la ambulancia, gracias a ese bombero francés".

Ni su padre ni su hermano pudieron ver a Laura con vida.

Laura, deja tres hijos

Lo que iba a ser un fin de semana de ensueño se convirtió en la trágica muerte de esta joven madre, cajera de profesión, de 38 años que deja tres hijos, de 9, 4 y 3 años y una familia totalmente destrozada.

"La gente con el puto móvil grabando no se dignó en dar ayuda", se lamenta el padre de...