El mallorquín Rafa Nadal ya se encuentra en la tercera ronda del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de deshacerse con facilidad este miércoles del australiano Matthew Ebden (6-3, 6-2, 6-2), mientras que también pasaron Roberto Bautista, de nuevo tras cinco sets, y Fernando Verdasco. El manacorí espera más resistencia del tercer australiano que le tocará para estar en octavos, el prometedor Alex de Miñaur (19 años), vigesimoséptimo favorito y que viene de ganar en Sidney.
Situado en esta ocasión en el horario nocturno, el segundo cabeza de serie trabajó algo menos que en su estreno ante James Duckworth, aunque empezó algo dubitativo para terminar firmando una autoritaria victoria que le ayudó para seguir cogiendo sensaciones tras más de cuatro meses sin competir.
Sin apenas oposición
El de Manacor sigue creciendo en Melbourne Park y hasta el momento ha solventado sin demasiados problemas sus primeros duelos. En esta ocasión, Ebden tampoco fue obstáculo, sobre todo tras salvar la única situación delicada que tuvo durante las casi dos horas que duró el choque.
Nadal fue un auténtico 'muro' desde el fondo de la pista y su saque, algo más irregular que en su debut (4 dobles faltas) le siguió dando ventaja, aunque no conectó tantos primeros como en su debut y entregó cuatro dobles faltas.
Sin embargo, su rival, salvo en un instante del primer set, nunca fue una amenaza al resto y acabó claudicando por el 'martillo' que fue el 'drive' del balear, que no paró de amasar puntos con su mejor arma.
No perdonó los errores de su rival
El partido de la Rod Laver Arena, sin embargo, empezó igualado, gracias a la efectividad de los servicios de ambos, y el primero que pudo cambiar este escenario fue el jugador australiano, que gozó de tres pelotas de 'break' en el séptimo juego. Nadal acertó a salvarlas y en el siguiente no perdonó los errores de su rival para romper y posteriormente cerrar el primer set.
Ahí se acabó la resistencia de Ebden, que comenzó a sufrir mucho más y sus errores le allanaron el trabajo al español en el segundo set, roto a favor del exnúmero uno del mundo muy pronto y finiquitado con otra rotura en los compases finales. Totalmente asentado ya, el tercer parcial trajo el aluvión de golpes (17 ganadores, 10 con su 'drive') y la victoria por la vía rápida.
