sábado. 20.04.2024

De San Antón a San Sebastián

Basta abrir las redes sociales, algunas, para darse cuenta del galimatías en torno a las fiestas de San Sebastián Patrón desde hace muchísimos años de nuestra ciudad.

Los orígenes de las dos fiestas, la de San Antón y la de San Sebastián son muy antiguas y evidentemente ambas de origen religioso que han perdurado y aumentado su gresca a través de los muchos años de celebrarse.

San Antón egipcio, San Sebastián romano de la Galia (nacido en Narbona) el primero patrón mayoritariamente de los animales, el segundo patrón de muchas cosas y entre ellas de nuestra ciudad por librarla según dice la tradición de la peste. Dícese que un patrón es es un santo elegido como protector de un pueblo, congregación religiosa, profesional o civil.

Poco hay que opinar sobre ello y sobre la celebración de fiesta en su honor, estamos viendo las diferentes que en la Part Forana se están celebrando en la mayoría de las vecindades, aldeas y pueblos en honor a San Antón protector de los animales con una magnifica simbiosis entre lo pagano y lo religioso apoyándose una institución en la otra sin desmerecerse entre sí y todos viviendo la alegría de la fiesta, creyentes y no creyentes, de derechas, izquierdas o medio pensionistas de la mano, seguro que no todos por devoción pero sí todos con alegría compartida.

Palma es diferente, nuestro Consistorio, al menos el actual, prescinde de cualquier tinte religioso y celebra o pretende celebrar la fiesta del Santo Patrón San Sebastián por lo civil.

No deja de ser gracioso el asunto, Sant Sebastiá 2019, brazo con reliquia y puño con llonguet, y ninguna festividad religiosa, entonces por qué no tiene nuestro Ayuntamiento, el actual claro, la valentía de quitar estas fiestas de San Sebastián en las que no se honra al santo Patrón, se olvidan del castellano, del origen de las mismas y las degradan con un impresentable programa, se ríen de los creyentes llamándoles de San Sebastián 2019 y se ponen la medallita de celebrarlas.

San Sebastian es el Patrón de nuestra ciudad y una fecha muy importante en el calendario de celebraciones en nuestra cultura, la unión de la devoción y lo pagano, el hermanamiento ciudadano en las torradas y lo que pretendía ser una exaltación a lo mallorquín se convierte en cualquier cosa menos en ninguna de “lo nostro”.

Me parece muy bien pertenecer a un estado laico, por qué no, me parece muy bien la separación iglesia-estado, pero me parece absolutamente anormal la negación radical de una festividad nacida de un patronazgo religioso para, usurpando su origen y su nombre Festes de Sant Sebastiá un ideario político mayormente minoritario pretenda unas fiestas, presuntamente en honor al santo, convertirlas en un acto partidista, excluyente, de escaso contenido cultural mallorquín y en el que subyacen sibilinamente componentes de adoctrinamiento.

San Sebastián, la fiesta que era de todos, se ha convertido en una fiesta absolutamente opuesta a la de San Antón en los pueblos.

Viva san Antón y que Dios salve a San Sebastián.

De San Antón a San Sebastián