martes. 19.03.2024
Can Raspall de Ibiza es de nuevo centro de graves polémicas con la enseñanza del castellano
Can Raspall de Ibiza es de nuevo centro de graves polémicas con la enseñanza del castellano

A la luz de lo que está ocurriendo en el centro público de Can Raspall, no parece que Inspección de Educación haya hecho sus deberes como toca o debería tocar a un departamento de estas características que tiene que velar para corregir las presuntas anomalías en los diferentes centros públicos de Baleares. Si un maestro decide primero "disfrazarse de payaso", Godofredo se hacía llamar, para dar solo las clases de castellano y tras el toque conveniente decide 'aligerar' la vestimenta, aunque sigue 'dando la nota' solo cuando imparte esta clase de castellano, algo no funciona en el sistema educativo balear. 

Inspección dice que no pueden inmiscuirse en cómo debe vestir un maestro, pero a lo mejor deberían haber hecho mejor sus deberes y abordar el tema como toca y llamar a las cosas por su nombre.

¿No le llamó la atención a Inspección que un maestro se cambiara de vestimenta para dar unas clases en castellano?

Un payaso de nombre Godofredo era el que daba las clases de castellano en el polémico centro Can Raspall e Inspección de Educación le obliga a ponerse tan solo cristales en las gafas y dejar de llamarse con un nombre ficticio.

Claro, que en la vestimenta (disfrazado con unas gafas sin cristal, camisa, corbata, que después de esta clase se quita) no ha podido meter mano, porque ha venido a decir que siempre que sea respetuosa no es de su incumbencia.

"Una metodología innovadora", dice Godofredo

Afirman que en una reunión con la familias, el maestro de primaria, dicen que comentó que utilizaba "una metodología innovadora" para diferenciar el castellano del catalán y, de esta manera, no confundir a los alumnos.

Habría que preguntarse si esta praxis tiene o no fundamento, y en caso de tenerlo, por qué no se disfraza para enseñar el catalán. Aunque esta tarea es la que debería haber hecho Inspección de Educación del Govern balear, sea o no sea soberano el centro para fijar sus  normas.

Can Raspall, el centro cuya madre denunció que a su hija no le hacían caso porque pedía hacer pis en castellano

Can Raspall ha saltado más de una vez a las portadas informativas. Es el mismo centro en el que una madre de familia denunció en su día que llevaba 3 años intentando que sus hijos dieran, al menos, una asignatura troncal en castellano y contó que la maestra de infantil de su hija pequeña decía a la niña que no la entendía si ésta le pedía ir a hacer pipí en español. Sin embargo, Inspección Educativa y la Conselleria de Educación no han hecho nada al respecto.

El Defensor del Pueblo dio la razón a la madre, pero según el conseller de Educación, Martí March, "el centro es soberano" y Dirección reaccionó publicando un comunicado defendiéndose de las denuncias de la madre de familia que es la auténtica víctima de toda esta historia a la luz de los acontecimientos y el relato de los hechos.

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Se disfraza de payaso para dar solo castellano e Inspección de Educación no mueve un dedo