viernes. 29.03.2024
Un meteoro es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera
Un meteoro es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera

El pasado 18 de diciembre de 2018, un meteoro se desintegró sobre el Mar de Bering liberando tras su explosión una potencia equivalente a 10 bombas atómicas como la de Hiroshima. En aquella ocasión, que tuvo el lugar el 6 de agosto de 1945, la detonación fue ordenada por el presidente de EE UU, Harry S. Truman, contra el Imperio de Japón. Ahora, el meteroide atravesó nuestra atmósfera siendo tan solo detectado fue detectado por satélites militares norteamericanos, que enviaron la información a la NASA para su análisis.

Puede parecer el argumento de una nueva película de Hollywood, pero no. De hecho, ha sido la mismísima Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio la que ha desvelado un impacto que algunos expertos catalogan como es la segunda explosión (de un asteroide) más grande en los últimos 30 años.

Un meteoro es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera Un meteoro es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera

Se desintegró en el Mar de Bering, una parte del océano Pacífico que cubre una extensión de dos millones de kilómetros cuadrados

El meteoro -concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera- tenía apenas unos 10 metros de diámetro y una masa de 1 400 toneladas.

Se calcula que entró a 115 200 km/h en la atmósfera y que se desintegró a 25,6 kilómetros de altura, por la fricción con la atmósfera de la Tierra. La explosión fue captada también por estaciones de monitoreo de infrasonido.

El recuerdo de Cheliábinski

El conocido como Bólido de Cheliábinski tuvo lugar la mañana del 15 de febrero de 2013 en la ciudad homónima, ubicada en Rusia, en la zona sur de los Urales, aproximadamente a las 09:20 hora local es decir, a plena luz del día.

El meteoroide sobrevoló varias provincias y la ciudad de Cheliábinsk en el momento de entrar en la atmósfera terrestre, hasta impactar a 80 km de dicha localidad. Alcanzaron el suelo entre 4000 y 6000 kg de meteoritos, incluido un fragmento de unos 650 kg que fue recuperado posteriormente en el Lago Chebarkul.

El bólido liberó una energía de 500 kilotones, treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima,5 y explotó aproximadamente a 20 000 metros de altura.

¿Debemos preocuparnos?

Este tipo de sucesos se producen, de media, entre dos a tres veces cada 100 años (de media). No obstante, lo que preocupa a los expertos es que, siendo tan "pequeño", no fuera decectada por la NASA ni tampoco por los miles de astrónomos (profesionales y amateurs) repartidos por todo el planeta que diariamente observan el cielo.

Para los alarmistas, comentar que uno más grande sería detectado con tiempo para una evacuación. La posibilidad de desviar su trayectoria se antoja todavía lejana.

Tranquiliza saber que no hay ningún asteroide a la vista, en los próximos 150-200 años, que tenga posibilidades de chocar con la Tierra. O al menos, todavía no ha sido detectado.

Un meteoro equivalente a 10 bombas atómicas explotó sobre Rusia a finales de 2018