viernes. 19.04.2024
El activista ha llamado la atención de muchos transeúntes (Foto: Mallorca Confidencial)
El activista ha llamado la atención de muchos transeúntes (Foto: Mallorca Confidencial)

Eran alrededor de las 12:00 horas de este jueves cuando el sonido de un megáfono ha llamado la atención de los transeuntes de las calles cercanas al Ministerio de Trabajo, Migrantes y Seguridad Social, situado no muy lejos de los juzgados de Vía Alemania. La voz de un hombre salía del aparato en forma de cono para reindivicar su malestar. Como no podía ser de otra manera, en Mallorca Confidencial nos hemos acercado para ver de primera mano que sucedía. 

Guiados por el sonido amplificado de las protestas, hemos llegado al epicentro. Allí se hallaba un hombre subido encima de un contenedor. En su mano, portaba el ya famoso, al menos en el barrio, megáfono.

El activista ha llamado la atención de muchos transeúntes (Foto: Mallorca Confidencial) El activista ha llamado la atención de muchos transeúntes (Foto: Mallorca Confidencial)

Un conocido activista

Todo aquel o aquella que pasaba por el lugar, se detenía o amiroba su paso. Algunos, como nosotros, grababan la escena con sus respectivos teléfonos móviles. Otros preguntaban que pasaba e incluso alguno se ha animado a espolear al protagonista, un conocido activista llamado Antoni Estela.

Durante más de cinco minutos, Estela ha expresado sus reinvidicaciones frente al Ministerio de Trabajo, Migrantes y Seguridad Social. En un momento dado, un hombre ha salido desde el interior del edificio. Era el director.

El aplomo de la experiencia

Con un impresionante aplomo que solo otorga la experiencia, el máximo responsable del Ministerio ha esperado que el activista dejara de hablar para invitarle a bajar. Incluso, le ha ofrecido su ayuda para descender del contenedor en el que estaba subido.

Una vez abajo, ambos han conversado hasta que han advertido nuestra presencia. Así pues, el director y el activista han decidido continuar su conversación en un bar situado enfrente del edificio. Una charla que se ha prolongado durante bastantes minutos y de la que, evidentemente, no ha transcedido su contenido.

¿Qué hacía un hombre con un megáfono subido en un contenedor en Palma?