viernes. 29.03.2024
La fallecida tenía tan solo 17 años de edad
La fallecida tenía tan solo 17 años de edad

Noa Pothoven, una joven holandesa de 17 años, decidió poner fin a su vida, con autorización de sus padres, después de años sufriendo estrés postraumático, depresión y anorexia como consecuencia de los abusos sexuales que sufrió cuando era pequeña. Noa optó, tras no poder recibir eutanasia legalmente, por "parar de comer y beber", algo que le ha provocado su muerte, según ha informado la asociación holandesa NNVE (especializada en educar sobre eutanasia y suicidio asistido en los Países Bajos).

Conviene aclarar que en Holanda, la eutanasia es legal desde 2002. A partir de los 12 años y con autorización de los padres puede solicitarse en caso de enfermedades incurables y padecimientos insufribles. Al cumplir 16 es suficiente con la voluntad del solicitante... siempre y cuando los padres estén informados y en el caso de Noa, no lo sabían.

Muy conocida en su país

La fallecida era muy conocida en su país natal tras publicar su autobiografía titulada Winnen of leren (Ganar o aprender, en neerlandés), donde reconocía haber sido víctima de abusos sexuales y agresiones cuando era más joven. Noa se despidió de sus seguidores en la red social Instagram anunciando que había decidido poner fin a su vida.

Con solo 17 años, la adolescente ya había sufrido hasta tres casos de violencia sexual: con 11 y 12 años sufrió abusos y con 14 fue violada por dos hombres.

Un mensaje desgarrador

"No me voy a andar con rodeos: voy a estar muerta como mucho en diez días. Tras años de lucha, mi lucha ha terminado. Por fin voy a ser liberada de mi sufrimiento porque es insoportable. No me intentéis convencer de que esto no es bueno. Es una decisión bien considerada y definitiva", escribió como despedida.

Según confesó, había «dejado de comer y beber durante un tiempo» subrayando que estaba «todavía respirando pero sin estar viva», lo que la llevó «después de muchas conversaciones y revisiones», a cometer un suicidio asistido, rodeada de sus «padres y amigos, y todos los seres queridos».

"No vivo desde hace tiempo, sobrevivo, y ni siquiera eso... Amor es dejar partir. En este caso, así es”, apuntó la joven en su cuenta de Instagram.

La desgarradora despedida de Noa publicada en Instagram, La desgarradora despedida de Noa publicada en Instagram

La hermana de Noa confirmó que la menor había muerto el pasado domingo

La hermana de Noa explicó que la joven había solicitado la eutanasia en diciembre del 2018 a Levenseindekliniek, una red de 50 equipos de doctores y enfermeros que practican estos procesos desde el propio hogar, pero le fue denegada al ser demasiado joven.

En su libro, la joven holandesa explicó que había «ocultado las violaciones por vergüenza y miedo» y reconoció haberse acercado, sin compartir la idea con sus progenitores, a la clínica Levenseinde (final de vida, en neerlandés), situada en La Haya, donde preguntó por las posibilidades que existían.

«Piensan que soy muy joven. Creen que debo terminar el tratamiento psicológico y esperar a que mi cerebro esté completamente desarrollado. Eso no pasará hasta que tenga 21 años.Estoy destrozada porque no puedo esperar tanto. Revivo el miedo y el dolor a diario. Siento que mi cuerpo está aún sucio», relató en su biografía.

https://www.instagram.com/p/BpJUQ_TiSCv/

No fue eutanasia 

En la última etapa de su vida, Noa había sido ingresada en tres instituciones tras algunos intentos de suicidio, pero según denunció su madre, la niña debía estar "en un centro psiquiátrico, pero hay una larga lista de espera" en Holanda.

La familia buscó diferentes tipos de tratamientos psiquiátricos, incluso contemplaron el electroshock, pero fue desestimado debido a su corta edad. La joven insistió a sus padres en que no quería más tratamientos. Por ello, los progenitores habilitaron una cama de hospital en el domicilio bajo su cuidado.... respetando su decisión.

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