El hecho de que haya tres personas entre rejas por la quema intencionada de contenedores no ha acabado con el vandalismo de algunos que siguen desafiando a la Policía mientras ocasionan importantes daños materiales y una cuantiosa cantidad económica a las arcas municipales. Otros cuatro depósitos han sido calcinados en las últimas horas, en concreto en la tarde de este pasado sábado y durante la madrugada. Por fortuna, no ha habido que lamentar heridos ni daños en coches o fachadas cercanas.
Ahora, ya son más de 370 los contenedores que han ardido en Palma durante el último año y medio. Teniendo en cuenta que la sustitución, reposición y limpieza cuesta 1.000 por unidad, la cifra supera los 370.000 euros.
Los dos primeros, en General Riera
El primer fuego intencionado de la jornada tuvo este pasado sábado por la tarde en la calle General Riera, justo enfrente del número 72. Una dotación de los Bombers de Palma se trasladó hasta el lugar y actuó con celeridad para que las llamas se propagaran. No obstante, no pudieron evitar que ardieran dos de los contenedores de una batería.
Luego, en la calle Jesús y en Sant Ferran
Horas más tarde, durante la pasada madrugada, se repitió la escena en la calle Jesús, en los alrededores de la plaza del Tubo y del colegio Luis Vives. En esta ocasión, ardió un depósito.
También ha ardido un contenedor, el cuarto de la jornada, cerca de la comisaría de la Policía Local en Sant Ferran.
Tres pirómanos entre rejas
El pasado martes, un hombre de 58 años de edad entró en prisión por un detenido por un delito de incendio provocado con riesgo para las personas y daños. Cabe recordar que en algunos de los incendios, el fuego se propagó a vehículos y a fachadas de edificios. "Lo hice por venganza", confesó el autor, que había sido multado en varias ocasiones por la Policía Local de Palma.
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Otros dos hombres, de 48 y 51 años de edad, fueron detenidos por el incendio de cinco contenedores y tres vehículos en la calle Poeta Guillem Colom. Ambos ingresaron el pasado jueves 25 de abril en prisión sin fianza.
Francisco José M.M, el acusado que fue grabado por una cámara de control del tráfico de Cort mientras lanzaba un trapo ardiendo a los depósitos, se negó a declarar. El otro, José F.D., se desvinculó de los hechos.
