viernes. 29.03.2024
David Todd en Channel 5 (Foto: Alaska TV)
David Todd en Channel 5 (Foto: Alaska TV)

A finales de mayo de 2013, el natural de Bristol (Inglaterra, Reino Unido) David Todd viajó junto a un grupo de amigos a Mallorca, en concreto a Magaluf. Una noche, el chico se vio envuelto en una multitudinaria pelea en Punta Ballena que cambió su vida para siempre. Ahora, más de seis años después del incidente que le llevó a prisión, ha contado su experiencia en un programa de televisión de Channel 5 llamado 'Young, Dumb and Banged Up In The Sun' (algo así como 'Joven, Tonto y golpeado por el sol'). 

Todd, que ya está en libertad, recordó aquella madrugada del 27 de mayo. Eran alrededor de las 06:00 horas cuando empezó todo. Una auténtica batalla campal. El inglés apuntó que recibió muchos golpes y que acabó tirado en el suelo. Después, tan solo recuerda su detención.

Un portero, clave en la historia

Sin duda, el más perjudicado de la pelea fue el portero de una discoteca que debido a las sufriones sufridas perdió un ojo. En la rueda de reconocimiento, señaló a Todd. El inglés fue mandado a prisión por el juez de guardia a pesar de mantener en todo momento su inocencia.

En el reportaje, el británico recuerda que en la cárcel de Palma hizo un amigo «pero se acabó suicidando por la presión» y que compartió celda con un hombre que había descuartizado a su hermano en Pere Garau.

Además, subrayó que uno de sus amigos había reconocido posteriormente la autoría de la agresión al portero. Sin embargo, nada cambió ya que el agredido continuaba asegurando que Todd era el responsable. Así, su padre "tuvo que vender casi todo lo que tenía" y pedir un préstamo para afrontar el pago a la víctima: 65.000 libras.

«Te equivocaste y arruinaste mi vida»

El chico evitó ira juicio y, de paso, una posible pena de 13 años de país. Finalmente, fue enviado a su país. Tres años después, fue puesto en libertad.

Antes de acabar, Todd mandó un mensaje al portero que le arruinó la vida. «Te equivocaste y arruinaste mi vida. No sé si podré perdonarte», zanjó.

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