Alcaldes de Puigpunyent y Escorca, al frente de sa Serra de Tramuntana

Antoni Marí y Antoni Solivellas, respectivos alcaldes de Puigpunyent y Escorca, han sido elegidos esta semana por consenso entre los veinte municipios que forman la Mesa de Batles i Batlesses de la Serra de Tramuntana para que se incorporen a la Junta Rectora del Consorci de la Serra, el máximo organismo de gobierno y administración. La decisión tuvo lugar durante la sesión constitutiva para el período 2019-2023, la primera de la presente legislatura. 

"Con ellos haremos trabajo desde la Junta Rectora para desarrollar las líneas estratégicas que nos marca el Plan de Gestión, nuestra hoja de ruta, y velar por los elementos que han hecho que la Declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO haya recaído en la Serra de Tramuntana", apuntó la consellera de Territori i vicepresidenta del Consorci, Maria Antònia Garcías. 

Solivellas, satisfecho por "un paso muy importante"

En Mallorca Confidencial hemos charlado con el primer edil de Escorca, el popular Antoni Solivellas. "Siempre he manifestado que en la Junta Rectora del Consorci deberíamos tener una representación importante de los alcaldes de la Serra. Sin duda, los nombramientos como vocales y con el consenso es un paso muy importante", explica. 

Solivellas, que es el alcalde con mayor recorrido de la zona, subraya que "a partir de ahora podremos entrar hasta la cocina" antes de matizar que "nosotros conocemos el día a día de lo que sucede en nuestros municipios y eso será algo determinante para poder ofrecer nuestra opinión en las líneas de actuación del Consell". 

Declarada patrimonio mundial por la Unesco en 2011

La Serra de Tramuntana fue declarada patrimonio mundial por la Unesco en la categoría de paisaje cultural hace ocho años. Es el reconocimiento de la comunidad internacional a la simbiosis casi perfecta entre la acción del ser humano y la naturaleza, realizada durante siglos, de la que ha resultado una monumental obra humana en la que se mezclan cultura, tradiciones, estética, espiritualidad e identidad.

El paisaje cultural de la Serra es fruto del intercambio de conocimientos entre culturas, con pequeñas obras realizadas colectivamente con finalidad productiva, condicionadas por las limitaciones impuestas por el medio físico. Limitaciones superadas a base de sabiduría y del uso inteligente de los recursos, sin destruir el medio. Y también es la recreación de un territorio a través del imaginario colectivo y de las obras de artistas que han encontrado en él inspiración.

Según el Convenio Europeo del Paisaje, se entenderá como Paisaje Cultural cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, y su carácter es el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos. Ello sugiere que no se trata solo de mantener el territorio de la Serra tal y como se encuentra en la actualidad. Se trata también de mejorar la intervención humana, promoverla con actividades sostenibles de acuerdo a unos objetivos.

Rutas culturales para conocer mejor la Serra