jueves. 28.03.2024

En el mundo del fútbol, la mayoría de las rivalidades son entre equipos de la misma ciudad o región. También existen las históricas, protagonizadas por aquellos que década tras década luchan por alzar los títulos. Después aparecen otras, generadas por capítulos que pueden marcar la historia de una entidad. El Constància fue el primer gran rival mallorquín del equipo más representativo de la comunidad balear: el RCD Mallorca. Con el paso de los años, el Atlético Baleares recogió el testigo de los del Raiguer centrando la rivalidad en Ciutat. Hace casi una década, en concreto en 2010, el Villarreal se convirtió en el enemigo número 1 del mallorquinismo. 

Los 'groguets' visitarán este próximo domingo, a partir de las 12:00 horas, Son Moix para enfrentarse a los bermellones en un encuentro marcado por lo sucedido durante aquel verano. Seguramente, más de un joven seguidor o seguidora 'barralet' preguntará durante estos días a sus padres, hermanos mayores o abuelos, como surgió esta fricción...

El antecedente (lícito) de los noventa

El sábado 12 de junio de 1993, el Luis Sitjar colgó el cartel de "aforo completo" en el choque ante el Villarreal, un conjunto que llegaba a Palma con la permanencia asegurada. Aquella soleada tarde, todo estaba preparado en el antiguo Es Fortí para festejar el regreso a la máxima categoría. Para ello, era necesario derrotar a los castellonenses y que los rivales en la lucha por el ascenso -Valladolid y Racing de Santander- tropezaran en sus respectivos compromisos.

Los de rojo y negro empezaron el duelo acorralando a su adversario generando numerosas oportunidades antes de llegar la primera media hora. Lamentablemente, Fradera, Stosic en dos ocasiones y José no fueron capaces de batir a Luis Pascual.

En el minuto 34, un grosero error de Irureta fue aprovechado por Reyes para inventar un disparo que se coló por debajo del cuerpo de un desafortunado Toni Prats ante el asombroso de los presentes. Una diana que sembró de dudas a los locales, incapaces ni siquiera de conseguir el empate. De nada sirvió el cambio de esquema en el segundo acto con la entrada durante el descanso del canterano Sacarés por el defensa Irureta. Por su parte, los 'pucelanos' se impusieron al Real Madrid B (3-1) mientras que los santanderinos hicieron lo propio ante el Sabadell (3-4) en la Nova Creu Alta.

La inesperada y dura derrota ante el Villarreal relegó al conjunto bermellón hasta la cuarta plaza y supuso el cese fulminante de Serra Ferrer. De hecho, aquel fue el último encuentro del pobler como técnico mallorquinista. Por otra parte, comentar que el cuadro valenciano perpetuó una extraña coincidencia que empezó Las Palmas en la temporada 1964/65 y continuó el Cádiz en el curso 1982/83. Tres equipos que, además de vestir camiseta amarillo (y pantalón azul), dejaron sin ascenso a los 'barralets' a la máxima categoría en la penúltima jornada.

Finalmente, el Albacete dejó a los insulares sin el ansiado ascenso a Primera División en una  inolvidable promoción. 

Quitar en los despachos lo ganado en el campo

Durante el verano de 2010, y mientras el país celebraba la conquista de la Copa del Mundo, muchos mallorquinistas lloraban de impotencia debido a la denuncia interpuesta por el Villarreal que amenazaba con dejar al club sin Europa.

Tras quedar sin Champions en el tiempo de descuento de la última jornada, ahora los 'groguets' querían arrebatar el derecho ganado sobre el campo de participar en la Europa League en los despachos. El lío fue tal que en el sorteo correspondiente a la primera eliminatoria, RCD Mallorca y Villarreal compartieron bolita y papelito.

El domingo 25 de julio, los por entonces entrenados por Michael Laudrup se impusieron en el mítico De Kuip al Feyenoord (0-1) en el partido organizado para despedir a Gio Van Bronckhorst, quién pocas semanas antes había disputado a sus 35 años la final del Mundial en Sudáfrica ante España.

Al salir al rectángulo de juego, los mallorquinistas lucieron unas camisetas blancas con un mensaje reivindicativo: "UEFA FAIR PLAY PLEASE".

Movilización mallorquinista 

Finalmente, el máximo organismo continental obvió la reivindicación en De Kuip. Además, ignoró la multitudinaria manifestación que tuvo lugar el 27 de julio frente a la Federación Balear de Fútbol. Encabezada por el Presidente Joan Cladera junto a representantes de las diferentes fuerzas políticas, miles de seguidores desafiaron las fuertes temperaturas para expresar su indignación.

El 30 de julio, el Comité de Apelación de la UEFA, encabezada por el francés Michel Platini, confirmó la expulsión de los barralets, otorgando su plaza a un falso submarino amarillo -el verdadero, o al menos así está registrado, pertenece al Cadiz CF- que se estrenó en Bielorrusia y llegó hasta las semifinales. De esta manera, y por primera vez en la historia, el máximo organismo del fútbol europeo castigaba a un club sin disputar la competición que había alcanzado sobre el pasto. Quizás, sólo quizás, algo tuviera que ver el pasotismo mostrado por el Presidente de la RFEF, Ángel María Villar, quién probablemente nunca olvidó el amago de Mateu Alemany por ocupar su puesto en 2007.

Una semana más tarde, concretamente el 7 de agosto, la entidad bermellona anunció su decisión de no acudir al TAS. Además, la institución solicitó al Juez que emitiera un auto en contra de la UEFA.

El matiz del caso Málaga - Sevilla 

Años después de la injusticia, el Málaga CF también fue sancionado por la UEFA. Eso sí, en su caso los andaluces fueron avisados antes de acabar la competición doméstica. Por cierto, la plaza de los malacitanos fue ocupada por un Sevilla que se convirtió en el primer equipo de la historia en conseguir un título europeo por el que no se había clasificado en el campo.

Mejor solos que mal acompañados 

Cinco meses después del affaire UEFA, RCD Mallorca y Villarreal se vieron las caras por primera vez. Tanta era la tensión, que los dirigentes barralets -el Presidente Joan Cladera, el Vicepresidente Serra Ferrer, los consejeros Pere Terrasa, Fernando Martos y Biel Cerdà además del asesor jurídico Miquel Coca y el agente Jaume Serra- presenciaron el duelo desde las gradas de El Madrigal declinando así la opción de sentarse en el palco junto a los mandatarios del cuadro castellonense, que acabaron ganando 3-1.

'Trampo X Trampós' 

El 8 de mayo de 2011, el Villarreal pisó Son Moix por primera vez tras el conflicto. El choque se celebró en horario matinal (concretamente a las doce del mediodía), algo poco habitual en aquellos tiempos. En los prolegómenos, la Federació de Penyes Mallorquinistes organizó en los aledaños un evento que bautizaron como "Trampó x Trampós". En el acto, los voluntarios repartieron 4.000 trozos de coca de trampó y camisetas conmemorativas entre los presentes.

Mención especial merece la presencia del exmallorquinista Borja Valero en el bando visitante. El madrileño fue silbado e increpado por una afición que no olvidó las desafortunadas declaraciones del centrocampista tras cambiar la Isla por Castellón.

Tampoco obviar los cánticos y pancartas a favor del Porto, verdugo días de los valencianos en las semifinales de la Europa League y desde entonces, héroes perpetuos del mallorquinismo por restablecer la Justicia Deportiva. Por cierto, el envite acabó sin goles.

De Guzmán a villano 

Poco antes de cerrar el mercado de fichajes del mercado de verano de 2011, el Villarreal pagó la clausula de rescisión de uno de los puntales del RCD Mallorca: el canadiense nacionalizado holandés Jonathan De Guzman. El centrocampista no quiso escuchar el consejo publicó del capitán Martí, que le aconsejó en una rueda de prensa no emprender el rumbo que antes protagonizaron Ibagaza, y en 2010, Borja Valero y el canterano Guillem Truyols.

El intento de Serra 

En 2013, tras el descenso a Segunda División y los traspasos de Giovani Dos Santos y Tomás Pina a la entidad amarilla, el propietario del RCD Mallorca Serra Ferrer intentó limar asperezas con el club de Castellón. Así, invitó al Villarreal al Ciutat de Palma. Pocas horas después de hacer público el anuncio, el mandatario tuvo que retirar la invitación debido a las fuertes críticas de la afición. Eso sí, los 'groguets' cedieron a la entidad insular al hoy internacional absoluto Gerard Moreno, tal y como ocurrió en la 2016/17 con Adrià Dalmau y el curso pasado con Leo Suárez.

"Papá, ¿Por qué nos cae tan mal el Villarreal?"