¿Por qué cambiar algo que funciona? ¿Por qué seguir creciendo si la demanda existente es suficiente? En Santanyí lo tienen claro. No se debe tocar lo que funciona bien, ¿para qué? La apuesta es la calidad y adaptar la oferta a las necesidades y preferencias de los visitantes, además de ofrecer un amplio abanico de servicios y posibilidades de ocio y tiempo libre.
El regidor de Turismo de Santanyí, Rafel Batle, es perro viejo en estas lides “llevo seis años en el cargo y muchas ferias nacionales e internacionales a las espaldas”, París, Alemania, Londres, Madrid, Berlín…, ha paseado el nombre de Santanyí y su excelencia por toda Europa.
“Un trabajo que da sus frutos, dice el regidor, ya que “muchos clientes llegan a Cala Santanyí, Cala Figuera, o Cala d’Or, porque han visitado ferias en sus países nativos y han visto nuestros folletos. Viene atraídos por la oferta en alojamiento, gastronomía y un paisaje singular, además de un clima muy propicio”.
Estilo ibicenco
Cala d’Or llama la atención por sus similitudes con Ibiza, un paisaje plagado de casas adoquinadas en blanco, y en los últimos tiempos también llaman mucho la atención los mercados tradicionales. De hecho, el mercado semanal de Santanyí aparece en numerosos folletos como una excursión llena de experiencias con el producto de la tierra.
Olores, colores y sabores de los productos de la tierra son un atractivo para los visitantes que acuden al mercado.
El turismo estacional es el más numeroso aunque últimamente, el municipio apuesta por una mayor diversificación de su oferta; ya sea gastronómica o deportiva. Además de potenciar las rutas senderistas o ciclistas, la presencia del campeón olímpico Marcos Cooper, medalla de oro como regatista en la modalidad de piragua “ofrece una cierta presencia en el mundo del deporte que atrae a deportistas y sus familias”. Los amantes de la montaña y la naturaleza tienen su espacio con amplios recorridos por Mondragó o la visita a las cuevas de Cala Figuera, como un atractivo añadido.
El Parc Natural de Mondragó cuenta con innumerables rutas para para senderismo y ciclismo. Foto: bikemap.net
A Cala Figuera se la denomina la 'Venecia de Mallorca' por sus canales.
La losa de la insularidad
Rafel Batle explica que la estacionalidad turística también se debe al considerable descenso de las frecuencias y rutas aéreas durante el invierno. “En temporada baja los vuelos bajan a su mínima expresión desde multitud de mercados emisores hacia Baleares y eso supone un hándicap para el sector. Si vinieran turistas, los hoteles permanecerían abiertos y la oferta complementaria también. Nadie cierra por gusto, no es una opción, se convierte en una obligación”. “La insularidad sigue siendo una losa para la conectividad de esta comunidad a pesar de que en canarias se mantienen las frecuencias y las rutas porque allí hay sol y temperaturas cálidas durante todo el año y eso es lo que busca el mercado inglés, por ejemplo”.
El visitante de los núcleos costeros, como Cala d'Or, es estacional pero goza de una gran oferta. Foto: inturotel.com
Batle ha asegurado que la zona costera de Santanyí es un destino maduro, consolidado y un referente turístico porque la oferta ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, renovarse y ofrecer un producto homogéneo, tanto en lo referente a alojamiento, restauración, actividades de ocio y comercio. “El visitante lo encuentra todo y por eso está cómodo y vuelve, ¿por qué deberíamos cambiar eso?”, dice el regidor que mantiene que “nuestro objetivo es consolidar lo que ya tenemos y no crecer por crecer, porque, a la larga, un crecimiento desmesurado siempre repercute en la calidad, que es precisamente lo que nosotros queremos mantener”.
